“Y ustedes, mujeres despreocupadas, oigan lo que les voy a decir. Mujeres confiadas, escuchen mis palabras.” (Isaías 32:9)
Mucha gente no consigue estar en espíritu y mucho menos oír la voz de Dios. La respuesta está en este versículo: ellas no están tranquilas ni seguras.
Estar tranquila y segura es estar despreocupada y confiada. Mientras que vamos de un lado para el otro, queriendo resolver todo y estresándonos por eso; no tenemos oídos para oír la Palabra de Dios – incluso cuando ella está delante de nuestra cara.
Es el caso de aquellas veces que escribimos un post súper espiritual y muchas personas no entienden ni leen correctamente lo que fue escrito. Asumen una cosa que no fue dicha y entienden todo de manera equivocada. Es así que mucha gente crea problemas dónde no existen.
Queridas: ¿Qué tal si hoy entregan todas sus preocupaciones, ansiedad, rabia, estrés, miedo o cualquier otra cosa que está quitando su tranquilidad? Si no da para hacer nada al respecto, ¿qué tal dejar a Dios actuar ahora? Mientras usted se queda con eso, y no se lo entrega, Él no puede actuar.
Actuar la fe también es confiar que Dios hará lo que no podemos hacer.
Entonces aquí va una lista de qué hacer para oír la Voz de Dios:
1. Entréguele lo que está quitando su paz a través de una oración sincera.
2. Confíe que Él oyó su oración y ya está trabajando en esa situación.
3. Pare de distraerse con redes sociales, Internet, música, TELE y ahora deje el silencio hablar con usted. Dios le gusta hablar cuando estamos en silencio… entonces permítase tener silencio.
Después que haga esas tres cosas, relate aquí su experiencia.