Cada uno debe tener mucho cuidado con todo lo que escucha, como si tuviera un ltro en los oídos, pues una palabra puede levantar o derribar a una persona, por ejemplo, muchos escucharon de sus padres, amigos o colegas: “nunca serás feliz”, “nunca podrás hacerlo”, “no tienes talento”, “nunca serás alguien en la vida”, “eres un fracaso”, etc., y dichas palabras se anclaron tan profundamente en las personas, que realmente se hicieron una constante en sus vidas, aquella maldición proferida entró y consiguió tocar en el alma de estas personas dejándolas enfermas espiritualmente.
Debemos proteger nuestra alma de las palabras negativas, debemos llenarla con la Palabra de Dios, la cual no podemos rechazar, dándole más credibilidad a la palabra del mal, que es lo que comúnmente pasa.
“El oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará”. Proverbios 15: 31
Los sabios son aquellos que no necesitan ser guiados por nadie, porque el Espíritu de Dios es Quien los dirige. Y cuando nos relacionamos con este tipo de persona, sus palabras nos producen vida, es decir, nos motivan a ser mejor cada día, nos ayudan a crecer.
“El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento”. Proverbios 15: 32
El alma puede estar muy enferma, pero sí acepta la disciplina que proviene de la Palabra de Dios, esta alma sanará.
Es importante ser conscientes de que la Palabra de Dios sana y que las palabras inflamadas de negatividad enferman y matan el alma.
Es debido al rechazo de la disciplina que proviene de la Palabra de Dios, que muchos no consiguen sanar su alma enferma.
“Dios, fue el Único camino donde encontré paz y la alegría de vivir”
Tenía serios problemas en mi salud, en los riñones, vías urinarias, gastritis, dolor de cabeza constante, siempre estaba enferma.
Después del fracaso en el área sentimental, pasé a sufrir con depresión, no tenía fuerzas para seguir luchando; la lejanía con mis hijos no me permitía ni conciliar el sueño, me dedicaba al trabajo para no pensar en los problemas.
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BUSQUÉ AYUDA EN TANTOS LUGARES, SIN EMBARGO, AL CONTRARIO DE MEJORAR, TODO EMPEORABA. PERO, AL LLEGAR A LA IGLESIA UNIVERSAL ENTENDÍ EL POR QUÉ DE TANTOS MALES, LOS QUE SÓLO VENCÍ A TRAVÉS DE LA FE
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Además, era nerviosa y sufría con pesadillas; tomaba muchos medicamentos, pero, al no ver resultados, comencé a buscar ayuda en la brujería, todo tratando de entender por qué mi vida estaba destruida. Fui participante de diversos rituales, incluso en cementerios, además de misas negras, sin embargo, al contrario de ver una mejoría, mi estado anímico empeoró, pasé a ver sombras extrañas y sufrir diversas perturbaciones espirituales.
Viví así quince años, hasta que un día recibí una invitación a la Iglesia Universal, decidí aceptar por curiosidad, porque escuché que en ese lugar mi vida cambiaría. Comencé a participar asiduamente de las reuniones, donde fui entendiendo la voluntad de Dios para mi vida, fui perseverante en las cadenas de oración, el primer milagro que recibí fue ser curada, seguidamente fui liberada de todos los males espirituales que me atormentaban.
Decidí perdonar y pedí perdón a Dios. Tras recibir el Espíritu Santo, experimenté la paz y la alegría, me torné una mujer segura; Dios me bendijo en el área sentimental, me casé, tengo una familia bendecida, en mi hogar hay respeto y armonía. El Espíritu Santo es mi tesoro personal, Él es quien me guía cada día.
•• Sra. Juana Moreno