Piense por un instante en los objetivos que a usted le gustaría alcanzar y aún no lo ha conseguido. Tal vez, a inicio del año, usted dijo para sí mismo: «en el 2018 voy a empezar a …» (complete los puntos suspensivos con cualquier objetivo que desee).
Sin embargo, ya vamos por el segundo semestre del 2018 y ese deseo aún no ha sido alcanzado.
Cuando no estamos enfocado en nuestros objetivos desperdiciamos las oportunidades y, consecuentemente, las conquistas. ¿Has pensado en eso? Cuando usted no tiene visión sus caminos se desvían, pues el cerebro necesita un objetivo para que el cuerpo obedezca y camine hacia él.
Si la persona no sale de su zona de confort, pierde la motivación de seguir esforzándose por aquello en lo que le irá bien, es cuando la naturaleza humana vence y el espíritu pierde. El tiempo pasa y la situación de ella sigue igual.
Por lo tanto, cuando usted se proponga a alcanzar un objetivo, téngalo siempre en mente y todos los días pregúntese: «¿Qué estoy haciendo hoy para llegar más cerca de alcanzarlo?». Y el verbo «hacer» es muy importante en esa frase, porque no sirve planificar sin poner en práctica. Es necesario actuar, hacer suceder , buscar resultados.