Jacob durante toda su vida fue engañador, fraudulento, pero aún así él fue conquistando muchas cosas con las fuerzas de su brazo, se casó, tuvo a sus hijos, se volvió rico, pero un día se dio cuenta que era un hombre perdido porque no tenía a Dios.
Él quería cambiar y tener una nueva vida porque había percibido su mal estado espiritual, además su nombre estaba manchado, era mal visto por los demás. Trayendo la condición de Jacob para los días actuales vemos a muchos pasar por la misma situación, siendo mal vistos y criticados por los demás, de cierto modo cada uno es conocido por sus fracasos o victorias, esto es una realidad eminente.
Jacob un día se cansó de no tener lo principal, a Dios en su vida, por eso se quedó solo y peleó toda la noche con Dios por una nueva identidad, y la obtuvo, pasó de llamarse Jacob a Israel que significa “El hombre que luchó con Dios” y su causa era justa porque él quería conocer a Dios.
“E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, el Señor será mi Dios.” Gn. 28:20-21.
En este texto bíblico Jacob deja bien claro su condición espiritual, pues su pedido a Dios era condicionado por dudas. Pero esa reacción se debía a que él no tenía el Espíritu Santo y consecuentemente no poseía la fe sobrenatural.
Jacob no era de Dios y era consciente de este hecho.
“Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.” Gn. 33:9-11.
Después que el Ángel le cambió el nombre él no fue más el mismo, porque obtuvo la bendición de Dios y Él le dio todo lo que necesitaba.
Amigo lector, usted ¿ya tiene todo lo que necesita?
De repente todo lo que hay en su vida no es como un día lo soñó, pero esta historia es revertida a partir del momento en que nos entregamos a Dios cien por ciento como lo hizo Jacob.
Así como la vida de Jacob cambió cuando él se encontró con Dios, su vida también cambiará, participe este domingo a las 9H en la iglesia Universal más cercana de su hogar.