Muchos ven sus sueños ser interrumpidos, todo lo que planearon y proyectaron fue en vano, quedó en el olvido y por diferentes circunstancias de la vida, las trágicas consecuencias terminaron destruyendo lo que más anhelaban.
¿Hay cuánto tiempo usted está conviviendo con el mismo problema? Esa situación que le quita su sueño, paz e incluso hasta dinero. ¿Hace cuántos años usted gasta energía en resolver algo? Pero todo parece empeorar.
Son muchos los esfuerzos, para alcanzar algunos momentos de felicidad, que parecen haber sido borrados por tantas decepciones y frustraciones, a lo largo de su trayectoria.
En la antigüedad, las personas que tenían un caso imposible de resolver, se acercaban al Señor Jesús buscando Su ayuda. Hoy más de 2000 años después, la solución para todo tipo de problemas sigue siendo la misma. Dios no descansa los sábados, considerado día de reposo por muchos, sino que hace milagros en la vida de quienes se acercan a buscarlo.
“Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.” (Lucas 18:27)
No podía caminar con normalidad a causa del dolor crónico que sentía
Repentinamente tuve una caída y quedé muy delicada de salud, pues los doctores me indicaron que tenía una rotura en los meniscos y un liquido regado alredor del área afectada, aquello me imposiblitaba caminar con normalidad, pues el dolor era constante y conforme pasaba el tiempo iba empeorando.
Me dijeron que la única forma de solucionarlo era sometiéndome a una operación.
Vine a pasar por el Valle de la Sal, en cada oportunidad determinaba la cura, así fue como a través de mi fe los dolores comenzaron a cesar, gracias a Dios hoy me siento muy bien, no tengo ningún tipo de molestias y puedo caminar con normalidad.
Me sentía muy afligida y no sabía qué hacer con la enfermedad de mi papá
Mi papá se encontraba muy enfermo, los médicos le habían detectado hernia en la próstata y le indicaron que tenía que someterse, urgentemente, a una operación, pues sólo de esa manera se solucionaba.
Como ya participaba de la reunión de los Casos Imposibles, decidí luchar por él y cada vez que pasaba por el Valle de la Sal, determinaba su cura.
Recuerdo que en una oportunidad lo invité y aunque estaba lejos, en el oriente, decidió venir, fue en esa ocasión que pasó por el camino de la sal y después de la oración de fe que recibió, todos los dolores cesaron por completo.
Gracias a Dios él se encuentra muy bien y no tiene aquella hernia en la próstata. Sra. Gabriela P.
Este sábado usted tendrá una gran oportunidad para hacer de lo imposible algo posible, participe en la Av. de Las Amércias 305 – Norte de Guayaquil, a las 7H También 10H, 12H, 18H30.