“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto — dice el Señor de los ejércitos”. Malaquías 3:10
En la vida, ¿a quién no le gusta ser honrado por lo que hace o por lo que es? Muchos han desobedecido a Dios, no dándole el debido trato en sus vidas. Pero como buen Padre, Él espera que Sus hijos se acerquen con humildad y lo coloquen en primer lugar, solo así serán honrados por Él.
Crecí en un hogar desestructurado, mis padres peleaban constantemente y eran alcohólicos.
Comencé a ir a estas con amigos, tomar grandes cantidades de alcohol y a relacionarme con varias mujeres. Trabajé en una empresa por años, pero no lograba avanzar en mi vida económica, vivía con deudas y no veía posibilidad de crecimiento.
De repente en una mañana desperté sin poder mover mis piernas y me quedé en silla de ruedas, fue en ese momento que acepté la invitación de mi mamá para ir a la Iglesia Universal.
En las reuniones aprendí que todo era posible a través de la fe, comencé a participar de las cadenas y usando mi fe logré curarme de la parálisis, también cambió mi interior, dejé las malas costumbres y me liberé de los vicios.
También comprendí que debía ser fiel a Dios y honrarlo, entonces decidí devolver lo que le pertenece a Él. Fue ahí que me convertí en Director comercial de una gran empresa inmobiliaria, con mi esposa conquistamos un salón de belleza, carros importados, departamentos de lujo y viajamos a diversos países.
•• Leo Mota y esposa