“Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín trajo al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó.” Génesis 4.3-5
Con los mensajes de la radio, las reuniones en la Iglesia, y las conversaciones de la semana pasada me hicieron meditar en los tipos de ofrendas que he ofrendado a Dios. A veces nos equivocamos al pensar que nuestras ofrendas son sólo aquellas que conscientemente ofrendamos. Sin embargo, la realidad es que nuestra vida, nuestro día a día, nuestro tiempo, nuestro cuerpo, nuestras relaciones, nuestros pensamientos, nuestras conversaciones, en fin… todo lo que hacemos o no, pensamos o no, y damos o no, son ofrendas agradables o no a Dios.
Fácil es criticar a quién no da lo que usted da, pero, ¿y aquello que usted no da?
Usted puede ocuparse de más cosas en su trabajo y creerse mejor que su compañera, que no consigue ocuparse de tanto, pero tal vez ella es mucho más amiga que usted, que nunca tiene tiempo para nadie en su vida. ¿Lo entiende?
De nada sirve dar una ofrenda y no dar otra… es aquí que normalmente entristecemos a Dios, pues por más que ofrendamos, no estamos ofrendando de algún lado…
Caín ofrendó, pero de cualquier manera. Abel ofrendó lo mejor que tenía y eso llamó la atención de Dios, diferente de Caín.
En vez de Caín reconocer su fallo y cambiar su forma de ofrendar a Dios, él se ofendió y mató a su propio hermano.
Y usted, ¿se ha dado cuenta del tipo de ofrenda que ha dado a Dios o se queda como Caín irritándose con quien da su mejor a Dios?
Para la Tarea como Ofrenda 12, hágase las siguientes preguntas a sí misma y respóndalas en su agenda:
- ¿Dónde, cómo y para quién doy mi mejor diariamente?
- ¿Dónde, cómo y quién normalmente acaba no disfrutando de quien yo soy y lo que hago?
- ¿Envidio a alguien que hace lo mejor o consigue más que yo?
- ¿Cómo lidio con el éxito ajeno?
Converse con su amiga como hermano sobre esta tarea y lo que ve en usted que necesita ser cambiado.
En la fe y en el Escondrijo del Altísimo.