Está llegando el día 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. Si yo fuera a escribir una carta para todas las mujeres de este mundo, usaría este versículo bíblico como tema principal:
“Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Filipenses 4.6
¿Qué mujer no se afana hoy? Después que entramos en el mercado laboral y adquirimos los derechos iguales a los de los hombres, la simplicidad de ser mujer ser hizo una verdadera complejidad. Tenemos que poder con todo y no dejar nada sin hacer, sino lo achacan a que es porque somos mujer.
Si somos óptimas profesionales, en seguida deducen que somos pésimas amas de casa, en fin, ¿cuándo es que conseguimos tener tiempo para nuestro hogar? Si somos óptimas amas de casa, ya piensan que no seremos óptimas profesionales… y así la mujer corre diariamente, de un lado para el otro, intentando equilibrar todo, desde su casa, su familia, su carrera, su economía hasta su salud y apariencia.
Y en esta bola, la vida espiritual es la que más sufre… a la hora de leer la Palabra de Dios o hablar con Él, estamos cansadas, exhaustas, y lo hacemos de cualquier manera sin darnos cuenta que estamos despreciando a Aquel que más necesitamos en este mundo.
El pasaje bíblico que escribí arriba nos da una orientación perfecta para ese problema tan femenino… ore. Cuando llevamos nuestras ansiedades, nuestras preocupaciones, nuestros miedos y recelos al Señor, Él es bueno y fiel para capacitarnos para confiar que Él estará al frente de todo.
La Tarea como Ofrenda 15 está dividida en tres partes. En esta primera parte usted va a responder a las siguientes preguntas en su Agenda:
- ¿Cuáles son los miedos que le estresan en su día a día?
- ¿Cuáles son las consecuencias de tanta ansiedad que usted ha cargado dentro de sí en su cuerpo, salud, familia, vida amorosa, casa o incluso su apariencia?
- ¿Cómo usted ha lidiado con todo ese estrés?
La segunda parte de esa tarea es: Haga todo contrario a lo que la ansiedad y los miedos le llevan a hacer.
Si usted vive muy estresada y vive preocupándose por algo, usted va a colocar aquello en las Manos de Dios, y va a parar de pensar en ello o procurar saber más de ello.
Si usted está amargada, vive reclamando de lo que todavía no sucedió, va a sacrificar su voluntad de murmurar y cada vez que le den ganas de reclamar, usted va a alabar a Dios.
Si es negativa y vive diciendo que nada le va a salir bien, vive creyendo que usted nació para sufrir, y que para usted no hay solución, usted va a comenzar a hablar lo contrario. Cada vez que usted piense en hablar algo negativo, o incluso murmurar, usted va a corregirse y hablar lo contrario… algo así… todo lo que yo hago saldrá mal CAMBIAR PARA: todo lo que yo hago saldrá bien, aunque aparentemente pueda no parecerlo.
Si usted está desanimada, o incluso ya desistió de luchar, usted va a parar de vivir por lo que siente y comenzar a estar animada.
Si usted vive llorando, está deprimida, usted va aparar de enfocarse en sus problemas y enfocarse en lo que usted puede hacer para mejorar de vida.
Y la tercera parte de esa tarea es: Ore todo los días para que Dios le dé fuerzas, ánimo y confianza para no más temer aquello que ya fue confiado en las manos de él.
Obviamente que esa Tarea como Ofrenda no es para ser hecha un día sólo, ella necesita convertirse en un hábito en su vida y eso va a acontecer cuando usted haga la segunda y tercera parte de esa Tarea como Ofrenda durante tres semanas. ¿De acuerdo?
En la fe y en el Escondrijo del Altísimo.