¿Ya se dio cuenta lo mucho que hablamos sin palabras?
Es la forma en la que miramos, andamos, nos sentamos, sonreímos, oímos, evitamos, nos ocupamos, nos alejamos, e incluso cómo nos vestimos. Pues la manera en la que nos vestimos también es una forma de hablar algo…
Cuando nos vestimos con la famosa “ropa de estar por casa”, todo el mundo en casa ya sabe que nuestro deseo es la de estar tranquila – en casa. Cuando nos vestimos con el jeans de siempre es porque queremos transmitir que no tenemos tiempo para pensar que ropa vestir ese día. Cuando llevamos puesto aquel vestido que casi nunca usamos es porque aquel día es muy especial.
Es un factor tan común y a la vez tan desconocido para tanta gente. ¿Cuántas veces usted ya se observó queriendo decir una cosa y acaba diciendo otra? Es así que mucha gente habla por ahí, en su forma de vestir. Quieren decir que se aman pero visten con ropa que transmite en realidad que se odian .
“De pronto, esa mujer salió a su encuentro, vestida como ramera y con claras intenciones:” (Proverbios 7.10)
En aquella época, las mujeres que vestían de forma sensual decían “yo soy prostituta”. Pero hoy, que la moda dicta lo que la mujer debe vestirse de forma sensual, ¿qué ella dice? ¿Qué es lo que quiere? ¿A quién quiere llamar la atención y para qué? ¿Cuál es su verdadera motivación para vestirse de esa forma?
“Éstos critican y se quejan de todo, y sólo buscan satisfacer sus propios deseos. Son arrogantes al hablar, aunque también lisonjean a los otros para sacar provecho… En los últimos días habrá gente blasfema, que vivirá de acuerdo con sus bajos deseos. Son éstos los que causan divisiones, pues son sensuales y no tienen al Espíritu” (Judas 7.10)
Para la Tarea como Ofrenda 5, usted se a vestir con ropa que glorificará a su Señor este próximo domingo. Usted va a usar falda o vestido, con un largo discreto (nada de mini falda o falda corta) y cómoda, sin marcar ninguna parte íntima, ni ajustada, ni transparente, pues la atención que quiere no es la de los hombres y sí la de su Señor.
Y así hablará para Él, a través de su vestimenta, lo mucho que aprecia haber nacido mujer, que puede ser femenina sin necesitar igualarse al hombre para tener valor y derechos, y no necesita usar su cuerpo para sentirse valorada.
¿Se une?
Si usted no tiene falda o vestido, pídaselo prestada a su amiga como hermana… amigas son para esas cosas también. Después, deje aquí su comentario sobre cómo se sintió vestida así tan linda, ¿ok? Vamos a ver si usted siente lo que yo siento.
En la fe y en el Escondrijo del Altísimo.