El río Amazonas nació de una fuente, este río es el más importante del mundo y puede darle de beber a toda la humanidad según los expertos. Usaremos este ejemplo para dar a entender mejor lo que representa el Espíritu Santo.
Así como el río Amazonas, el Espíritu Santo, es una fuente que puede saciar el alma del ser humano por completo, sin embargo, muchos apenas buscan un milagro: pagar una deuda, ser curado, ser libre de un vicio, la restauración de la familia, etc., cuando en realidad Dios, desearía que el ser humano se vuelva la propia fuente a partir del momento en que reciba el Espíritu Santo, Quien transformará todo en su interior así como todo a su alrededor.
Aquel que recibe el Espíritu Santo se torna una fuente capaz de dar a aquello que recibió, pues quiere y anhela que sus familiares, colegas, amigos y todos conozcan a Dios.
Es el Espíritu Santo la fuente que hace la diferencia en la vida de aquellos que Lo reciben.
Debido a esa necesidad de recibir el Espíritu Santo es que en todas las Iglesias Universal del país estamos viviendo la fe de la Hoguera Santa de la Diferencia y aquellos que suban al Altar para entregarse cien por ciento se tornarán una fuente y experimentarán la diferencia que sólo Dios puede realizar.
Era frustrante el hecho de no poder tener hijos…
Siempre fui la que se enfermaba en todo momento. En la edad adulta comencé a sufrir con la tiroides, me dijeron que debía tomar un medicamento de por vida, padecía con nerviosismo, lloraba mucho, tenía un fuerte temperamento y era egoísta.
Me casé pensando que sería feliz, pero no fue así, me detectaron más enfermedades, cálculos en los riñones y quistes, por lo cual no podía tener hijos, incluso sufría con embarazos psicológicos, pero al realizarme exámenes salía negativo. Era frustrante. Mi mamá empezó a participar de las reuniones en la Iglesia y fue curada de la tiroides y de un problema en el útero; me sorprendió verla realizando sus actividades en casa ya que antes pasaba postrada en cama. Acepté por fin la invitación que ella me hizo para ir a la Iglesia, empecé a hacer las cadenas de oración y mi vida fue mejorando, sin embargo, tras manifestar mi fe en una Hoguera Santa, Dios me concedió el sueño que tanto anhelaba. Tuve dos hijos. Me separé del padre de ellos debido a muchos problemas, pero continúe en la fe y seguí adelante. Tiempo después recibí mi mayor milagro, el Espíritu Santo, Él me dio dirección para todo, me volví a casar y me siento realmente plena en la presencia de Dios, pues Él me tornó una fuente de vida debido a muchos problemas, pero continúe en la fe y seguí adelante. Tiempo después recibí mi mayor milagro, el Espíritu Santo, Él me dio dirección para todo, me volví a casar y me siento realmente plena en la presencia de Dios, pues Él me tornó una fuente de vida.
•• Sra. Katiuska Carrión