San Francisco de Quito es la capital de la República del Ecuador, conocida también como: “Mitad del mundo, Luz de América y Carita de Dios”, esta es la ciudad más poblada del país. En esta hermosa ciudad de la Sierra ecuatoriana se encuentran funcionando varias Iglesias Universal, al norte, en la Av. de La Prensa se encuentra ubicada una de ellas, que diariamente abre sus puertas para brindar ayuda espiritual a todo aquel que lo necesite. Si usted vive por este sector, le invitamos a que nos visite.
Estuve más de 50 años en el vicio del alcohol
Empecé a consumir alcohol desde los 8 años, todo fue por curiosidad, empecé a emborracharme con jugo de caña fermentada y desde ahí fue creciendo en mí el deseo de consumir todo tipo de bebida alcohólica. Fueron más de 50 años sumergido en el mundo de los vicios, y por causa de esa vida perdí dinero, la oportunidad de tener mi casa propia. Por otra parte, mi familia no me soportaba, ya que tenía muy mal carácter, era insoportable, mal hablado y grosero. Esto me llevó a separarme de mi esposa. Un día un amigo me invitó a participar de una reunión y de ahí en adelante Dios empezó a hablarme y a través de Su Palabra fui libre del vicio del alcohol. Hoy soy una persona transformada, tengo paz y estoy feliz en mi relación sentimental, con mis hijos y tengo la dicha de estar en la presencia de Dios.
•• Sr. Segunado Tadeo Arce
15 AÑOS padecí con dolor en la columna
Estuve padeciendo con insomnio, hice tratamientos para ya no sufrir de ese mal, pero nada daba resultado, el no poder dormir me hacía estar de mal carácter, no tenía paciencia con mis hijos, por cualquier motivo que ellos me daban empezaba a maltratarlos. También tenía vicio del alcohol y del cigarro. A causa de una caída empecé a sufrir de la columna, este mal lo padecí por 15 años, fui a médicos, tomé medicinas, pero no lograba curarme. Con todos estos problemas llegué a la Iglesia Universal, allí aprendí a usar la fe, empecé a participar de las reuniones, los martes por mi salud y los viernes por mi liberación; mi fe me llevó a conquistar mi sanidad, fui liberada de los vicios y de mi mal carácter, hoy puedo dormir tranquilamente. Dios cambió mi vida, hoy soy feliz gracias a Él.
•• Sra. María Sarche