Lo más importante no es lo que materialmente conquistamos a través de la fe, ya que el ser humano viene al mundo desnudo y de la misma forma se va, ya que de esta vida no se lleva nada.
¿Pero qué es lo más importante que la fe nos lleva a conquistar? La salvación del alma, lo que sólo conseguimos a través del sacrificio de renunciar a nuestras voluntades por obediencia a la Palabra de Dios.
El hecho de sacrificar y renunciar a nuestra voluntad para cumplir la de Dios, es lo que nos mantiene con paz en nuestro interior.
Esta paz, no nos exime enfrentar dificultades ya que estas vendrán.
Un gran ejemplo de renuncia es justamente el Señor Jesús, quien sacrifico su propia vida en la cruz por cada uno de nosotros, para darnos vida eterna. La vida del Hijo de Dios fue el precio pagado por nuestra alma, ¿y cuánto vale un alma? Está no tiene precio. Por ese motivo la Iglesia Universal no mide esfuerzos para llevar la Palabra de Salvación a todos los ecuatorianos.
Amigo lector, nunca se olvide que lo que le hace permanecer en la fe es el sacrificio y la renuncia en pro de la obediencia a la Palabra de Dios, pues cuando dejamos de oír la voz de Él nos volvemos anémicos en la fe, es decir, incapaces de tomar actitudes que prueben que nuestra creencia es verdadera.No haga las cosas como usted piensa que es mejor, obedezca haciéndolas como Dios nos orienta.