“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Génesis 1:2).
Son muchos los que hoy en día tienen una vida sin forma y vacía, esto se debe a que las personas no se definen a entregarse a Dios, ignorando que es a partir de esa entrega que Él dará forma y llenará sus vidas, pero, para esto debe existir esa entrega verdadera.
Escrito está en la Biblia: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63)
El Espíritu Santo es quien da Vida, esto quiere decir, que usted puede ser una buena persona, generosa, que ayuda a los necesitados, que hace obras de caridad, pero si no tiene el Espíritu de Dios, no hay Vida dentro de usted.
Tal vez usted diga: “Yo quiero el Espíritu Santo”. Entonces, si lo quiere ¿por que Él no ha venido sobre su vida?, ¿sabe por qué? Porque falta que se entregue por completo, no apenas con palabras, pues Dios necesita que esa entrega sea del 100%, o sea, sincera y completa.
Dios sabe cuando existe una entrega sincera o un verdadero deseo de entregarse, y cuando Él ve esa sinceridad, desciende y comienza a vivir dentro de su ser.
Hay personas, que aún estando dentro de la iglesia, no consiguen realizar sus sueños, ni alcanzar sus objetivos, sus vidas están sin forma y vacías porque les falta lo más importante, el Espíritu de Dios dentro de sí.
En la referencia Bíblica dice: “…y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Génesis 1:2-3).
Esto muestra que Dios quiere y ordena que haya Luz en su vida; esta Luz es una nueva vida, ella es Jesús dentro de usted, sin embargo, esto no sucede en todos, porque como ya lo mencionamos anteriormente, falta una verdadera entrega.
Cuando le decimos que coloque su vida por completo en el altar, es justamente para que se realice el sueño de Dios, que es vivir dentro de usted, y desde su interior poder realizar también, los sueños que usted tiene.
Ojo, entienda algo que es muy importante, no basta desear, sino PROBARLE A DIOS que esto es lo que usted MÁS QUIERE, que es SU PRIORIDAD, que es el objetivo que está por ENCIMA DE TODO, y SU ENTREGA ES LA PRUEBA de que este querer es sincero y verdadero.
Infelizmente, la verdad es que muchos quieren ser atendidos y servidos por Dios, pero no quieren hacer la voluntad de Él, sólo desean que Dios realice y satisfaga sus propias voluntades, pero no quieren el Reino de Dios dentro de ellos.