Para todos los que sirven al Dios vivo, en diferentes ocasiones, son puestas delante nuestras misiones, tareas por la que, cabe a cada uno de nosotros, ceñirnos con nuestras más correctas “armas” para cumplir tales misiones/tareas, con todo el éxito. Ocurrió en el pasado, en el presente y pasará en el futuro. En realidad nuestra vida es pautada por misiones y desafíos que tenemos y debemos cumplir, de la mejor forma posible. Algunas de estas misiones, son puestas delante de nosotros con el deseo de crecer y desarrollarnos como seres humanos y alcanzar lo mejor para nuestras vidas… luego otras, son colocadas por el Propio Dios como misiones de vida, en las que damos nuestra vida a favor de las demás. Por eso, cuando te sea confiada una nueva misión, que sepas que es digna de toda tú:
1. Aceptación: Obediencia a la Palabra de Dios de forma incondicional.
2. Fe inteligente: asume tu fe sin ninguna hipocresía o religiosidad.
3. Valentía: poner en práctica lo orientado.
4. Indignación: no acomodarse con la situación.
5. Amor por las almas: pues este fue el motivo de la Muerte y Resurrección de nuestro Señor.
6. Gratitud: recordar la oscuridad de la cual fuiste libre, para servir en la Luz para siempre.
7. Temor a Dios; guardar tu salvación sobre todas las cosas y en todas las circunstancias. ¡Observa y practica, porque no hay cómo fallar, ya que estas manteniendo estas 7 Virtudes al Siervo del Dios Vivo, garantizarás el éxito de la Misión que Dios te confió!