“Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto dice el Señor de los ejércitos…” Malaquías 3:10.
Los diezmos son los primeros frutos de todo trabajo realizado y deben ser entregados en las manos de Dios, esta es la única manera de demostrarle a Dios que lo colocamos en primer lugar en nuestra vida económica.
Así como Dios es colocado en primer lugar en la vida económica, también debemos colocarlo en primer lugar en nuestra vida espiritual, o sea, entregarnos completamente en sus manos y obedecer fielmente a Su palabra, todo eso es lo primordial para mantener una vida el con Dios.
Cuando devolvemos nuestras primicias, estamos rearmando con Dios nuestra fidelidad, estas primicias pasan a ser Sagradas, porque le pertenecen a Dios y lo que es de Él no se toca.
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Fui coordinadora operacional durante 6 años, pero tenía un sueño, desde muy joven quería tener mi propio negocio, pero no lo iniciaba porque tenía miedo y me sentía frustrada ya que no creía que yo tenía potencial para hacerlo.
En la Iglesia Universal empecé a aprender acerca de la fidelidad y de cómo Dios actúa en la vida de aquellos que se lanzan en sus manos y empiezan a depender de Él. Fue así que decidí dejar mi trabajo y empezar mi propio negocio.
•• Sra. Claudiana