Cuando se habla de la fidelidad, una de las preguntas que cruza en la mente de muchos es la siguiente: ¿Por qué tengo que ser diezmista? Aquellos que han tomado la decisión de ser fieles en el diezmo, están conscientes de la importancia de dar el diezmo.
La fidelidad de los diezmos es una ley que fue instituida por el propio Dios y no un invento del hombre. Incluso, esta práctica fue enfatizada por el propio Señor Jesús cuando estuvo como hombre en la Tierra. En las Sagradas Escrituras muestra que le fue hecha una pregunta en aquella época sobre el pago de impuestos y Jesús dijo, “Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Lucas 20:25
“Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año” Deuteronomio 14:22
Esta ley no está establecida sólo para aquellos que frecuentan cierta Iglesia, sino para todos aquellos que quieren OBEDECER la Palabra de Dios.
Cuando hay obediencia a lo que Dios ha instituido en Su Palabra, se logra disfrutar de las promesas establecidas a los fieles, la cual hace que se abran las ventanas de los cielos y sean derramadas las bendiciones hasta que sobreabunde.
“NUNCA PENSÉ QUE PODRÍA CONQUISTAR LO QUE TENGO HOY”
Era un hombre que le gustaba ir a muchas fiestas, que usaba drogas y tomaba alcohol. El peor momento fue cuando terminé en la cárcel. Fue así como llegué a la Iglesia Universal, con una vida fracasada. Perseverando, fue como aprendí a usar mi fe para poder ver los resultados positivos que tanto anhelaba ver. A través de mi fidelidad, Dios me liberó de los vicios y me prosperó.Hoy tengo una vida bendecida y Dios me dio la dirección para abrir una constructora en varias provincias, por lo cual estoy muy agradecido con Él.
•• Danilo Borges y esposa