Recientes investigaciones sugieren que una de cada 25 personas escucha voces regularmente en su cabeza y que hasta el 40 por ciento de la población las escuchará en algún momento de sus vidas.
Algunos escuchan diferentes voces, otros mantienen largas conversaciones, o escriben lo que les dicen, es decir, tratan de convivir con ellos, pero también existe un gran grupo de personas que a diario son atormentadas por este mismo fenómeno.
No saber si lo que sus oídos escuchan es real o si lo que sus ojos están viendo en verdad existe, es una de las incertidumbres que los acongoja cada vez que se presenta un episodio en el que temen lo que sus sentidos están asimilando, ¿qué hacer? ¿a quién pedir ayuda?
¿Locura o realidad?
En uno de sus libros, el obispo Macedo afirma que todas las personas poseídas tienen algún tipo de enfermedad, dolencia o dolor. “Al ‘descansar’ en los cuerpos de las personas, los espíritus demoníacos los contaminan, haciendo que el sufrimiento físico se apodere de ellas. Existen algunas dolencias que caracterizan una posesión. Durante los años de mi ministerio, he notado que los síntomas son siempre los mismos. He aquí una lista de diez señales de una posesión maligna:
1.- Nerviosismo
2.- Dolores de cabeza constantes
3.- Insomnio
4.- Miedo
5.- Desmayos o ataques
6.- Deseos de suicidio
7.- Enfermedades a las que los médicos no logran descubrirle las causas
8.- Visión de sombras o audición de voces extrañas.
9.- Vicios
10.- Depresión
Casi todas las personas que nos piden oración y sufren uno o más de estos males están poseídas. Claro, no estamos afirmando que todas las personas están endemoniadas, pero la gran mayoría que presenta las señales mencionadas manifiesta un espíritu demoníaco después de la oración de fe.
Escuchaba voces y tenía deseos de suicidio
El sufrimiento en mi historia empezó desde que estaba en el vientre de mi mamá, pues ella no quería tenerme porque yo era fruto de una violación, motivo por el cual en sus momentos de frustración se golpeaba el vientre para abortarme, además era alcohólica.
Crecí sintiendo el odio que mi madre sentía hacia mí. A medida que pasó el tiempo comencé a vivir los mismos errores que mi mamá. Me volví alcohólica, salí embarazada muy joven y trataba a mi hijo muy mal, no lo atendía y en ocasiones lo dejaba botado en la casa.
Por causa de tantos problemas comencé a tener varios tormentos espirituales, como, dolor de cabeza constante, insomnio, depresión, tristeza y escuchaba voces que me llamaban por mi nombre cuando estaba sola, fue en ese lapso comencé a tener pensamientos de suicidio, de hecho intenté cortarme las venas, pero no tuve “éxito”.
Mi mamá comenzó a ir a la Iglesia Universal, así fue liberada de todos sus males, al ver su cambio también empecé a concurrir, aunque no fue fácil, estaba decidida ha aprender a usar mi fe y luchar por una nueva vida.
Ahora estoy liberada del vicio, de los tormentos espirituales, la relación con mi mamá es totalmente diferente, somos felices, amigas, compañeras y tenemos en común el respeto y el amor mutuo. Mi vida fue limpiada de todos los males, gracias a Dios. Mayra Ramírez
Si usted escucha voces extrañas o siente alguno de los síntomas mencionados por el obispo Macedo, acérquese este viernes a las 7h, 10h, 15h y especialmente 19h, donde recibirá la ayuda que necesita para ser libre del mal. Si usted vive en Guayaquil, lo esperamos en Av. de Las Américas 305, caso contrario aquí usted encontrará la iglesia Universal más cercana a su hogar.