“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.” Juan 6:35
Entonces, ¿por qué algunas personas que dicen creer en Jesús son vacías, afligidas, depresivas, nerviosas, viven fracasadas y sus semblantes son de tristeza y dolor?
Durante la Palabra Amiga, el Obispo Edir Macedo explicó la razón:
«Una cosa es creer, otra es entregarse. Cuando hay creencia, hay entrega. La persona se entrega a lo que cree. Cuando ella apenas cree queda esperando una oportunidad para lanzarse y de hecho creer «.
Es lo que sucede cuando la persona se casa. Mientras está enamorada ella cree en la otra, pero cuando ella parte para el matrimonio deja de creer para entregarse, ejemplificó.
«El matrimonio sólo se sostiene si hay entrega de parte de uno para con el otro. Es claro que en esta entrega hay dificultades, sacrificios, cada uno tiene que sacrificarse por el otro «, destacó el Obispo.
Por eso, muchas personas se casan, pero no permanecen casadas. Ya intentaron una, dos, tres, cuatro y hasta más veces, y ninguna de ellas funcionó, porque no había entrega de uno para con el otro.
Lo mismo se da en la relación con Dios.
«Cuando la persona cree en el Señor Jesús ella se entrega de cuerpo, alma y espíritu. «Ella no deja nada fuera, entrega toda su vida, todo su corazón, mente, su futuro, todo lo que tiene, todo lo que es y pretende ser al Señor Jesús», afirma el Obispo.
Ella lo hace cuando pasa a practicar la Palabra de Dios. Cuando la persona cree de hecho en el Señor Jesús todos sus deseos, sus voluntades, sueños y proyectos personales quedan en segundo plano.
Fue exactamente lo que hizo.
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” Juan 6.38
El mismo Señor Jesús nos enseñó cómo creer en Dios.
«Muchas personas dicen creer en Dios, pero la vida continúa una desgracia porque no han sido instruidas en la verdadera creencia. Porque la creencia en Dios implica un asumir. La persona se casa con Él, comienza a hacer Su voluntad, obedecer su Palabra y poner en práctica lo que Él enseñó «, subraya el Obispo.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10.10
Esta es la propuesta de Dios para aquellos que creen en Él y que obedecen su Palabra.
Sin embargo, el Obispo resalta que la creencia en el Señor Jesús implica sacrificios. Usted deja de ser señor de su vida para ser siervo del Señor Jesús.
Obviamente, ante las facilidades de este mundo son pocos los que están dispuestos a pagar el precio de asumir un compromiso con Dios y, por ello, seguirán sufriendo y no podrán cobrar nada de Él.
Por lo tanto, aprenda a creer en el Señor Jesús y su vida nunca más será la misma. Usted alcanzará los beneficios de esta creencia y tendrá la vida abundante que Él promete.
Fortalezca su fe en Dios y su autoconfianza en las reuniones que suceden todos los miércoles en la Noche de la Salvación. En la Iglesia Universal más cercana a su hogar.