Ser diezmista y considerar las primicias, es tener un compromiso con Dios, y vivir en Alianza con Él.
Es como si usted incluyera a Dios dentro de sus decisiones económicas, partiendo de ahí, el siguiente paso es considerar la voluntad del Altísimo en primer lugar.
Si un pacto entre dos personas (que fallan) trae la solución para una serie de cuestiones, ¿qué podemos decir de un Pacto con Dios? Desde el inicio de la humanidad, Dios propuso un pacto entre Él y el ser humano, por medio de este, el Creador lo protegería y supliría todas sus necesidades, le daría prosperidad en todos los aspectos de la vida y en el futuro le concedería el mayor de los premios: la vida eterna. La parte que el hombre tendría que cumplir sería la de colocar en primer lugar a Dios en todo.
La representación de quien tiene este Pacto, es la debilidad en los diezmos, y quién es fiel a Dios no solo lo es al devolver sus diezmos, sino que Lo coloca en primer lugar en sus decisiones y elecciones, así el devolver sus diezmos es sólo una consecuencia.
Era músico, tenía buenos contratos, me pagaban lo que quería, pero no sabía administrar el dinero, todo lo gastaba en bebidas, drogas y prostitución, salía de las estas contando monedas, todo lo que me pagaban me lo gastaba ahí mismo.
Al llegar a la Iglesia Universal, y participar de las reuniones entendí lo que es la debilidad, lo puse en práctica devolviendo las primicias. Hoy mi vida cambió y el fracaso terminó.
•• Sr. Jele