¿Con quién conversa diariamente? ¿Qué programas ve? ¿Qué es lo que lee? ¿Los cursos que frecuenta tienen enseñanzas de acuerdo a su fe? No se sorprenda con estas preguntas. No importa cuán maduro se considere o que tan seguro esté de su relación con Dios, todo esto le influye de alguna forma sin que usted se dé cuenta.
Quien aún no tiene el Espíritu Santo le presta atención a esas influencias y actúa de acuerdo con ella, pero quien Lo tiene, le obedece y sabe blindarse de todo eso.
El mundo puede moldear su comportamiento, él ejerce ese poder sobre las personas para consumirlas más y más, si usted no despierta a tiempo, llegará a un punto en que no quede nada para salvar.
El Espíritu Santo hace lo contrario, Él sopla vida, más y más cada día, eso se prolongará no sólo durante su existencia aquí en la tierra, sino por toda la eternidad.
Quien aún no recibió el Espíritu de Dios, no sabe distinguir el peligro. “así como hay luz y oscuridad, calor y frio, seco y mojado, también existen personas buenas y malas en este mundo”, aclara el conferencista Renato Cardoso.
Él continúa diciendo: “Las amistades nos influyen”. Nos guste o no, somos afectados por el medio en que vivimos. Si escogemos como amigos a personas que son una mala influencia, es seguro que siempre nos influencien para el mal.
El conferencista nos señala que es lo que puede influenciarnos al mal: “Entre tantas otras cosas, las malas amistades pueden traer consecuencias como involucrarnos en los vicios, ir a lugares inapropiados, tomar malas decisiones, involucrarnos con la promiscuidad, traicionar a la persona amada y alejarnos de Dios, que es lo peor”.
Él también propuso que siempre nos cuestionemos: “Tal vez crea que sabe separar las cosas y que no se deja influenciar fácilmente, pero haga un análisis del pasado. Vea cuántas cosas usted hizo por influencia de otras personas y después se arrepintió. Si usted fuera honesto se dará cuenta que eso ya sucedió otras veces”.
¿Lo incorrecto es “normal”? A veces, las malas influencias vienen directamente de las personas, pero también pueden venir indirectamente y tener un efecto igual de dañino.
En el programa “Escuela de la Fe Inteligente” se esclarece que quién está detrás de esa influencia es el mal. “Y su principal objetivo es debilitar los valores divinos, morales, éticos para destruir la fe, la familia y la creencia en Dios.
Es por eso que hay un ataque masivo a las virtudes y a la decencia, si creen que eso se va a detener, están muy equivocados, con el pasar del tiempo va a ir en aumento.
Para proteger a su familia es necesario estar atentos a todas las cosas que influyen diariamente en su vida.
En la actualidad hay quienes ya aprueban la infidelidad, el matrimonio de tres y las relaciones abiertas. Eso convierte el ser fiel a una sola persona, en algo impensable e ilógico. El diablo no tiene familia por eso no quiere que nadie la tenga, anda en contra de todo lo que es de Dios y hace que todo lo que es incorrecto pase a ser algo natural. Él lanza “dardos envenenados” de que seguir al Señor Jesús está mal, pues el diablo sabe que a través de Sus enseñanzas, es que uno aprende a tener visión espiritual, es por eso que no quiere que veamos la verdad.
Para dar voz a ese movimiento de ridiculización de Dios y de Sus enseñanzas, el mal usa lo que sea necesario para hacerlo, como por ejemplo: la televisión, el cine, la literatura, el internet, la música y hasta el sistema educativo.
Su táctica es hacer que determinado comportamiento o idea, oriundos de él, sean aceptados por medio de la repetición, hasta que nadie más esté en desacuerdo.