QUIEN SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO Y QUIEN SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO
Las estrellas no luchan para brillar, los ríos no luchan para fluir, y TÚ nunca tendrás que luchar para sobresalir en la vida, porque es el Señor quien debe brillar, es la luz de Cristo la que debe brillar en tu vida. No trabajes para destacarte en la iglesia, trabaja para que Cristo brille en el corazón de los que buscan de Él y que llegan a conocerlo por tu intercesión.
Tu sueño no morirá, tus planes no fallarán, tu destino no será abortado, y el deseo de tu corazón será concedido en el nombre de Jesús.
Nadie va al río temprano en la mañana y trae agua sucia. Al levantarte esta mañana, que tu vida sea limpia, calmada y clara, como el agua fresca de la mañana, como la luz de Cristo que debe brillar dentro de ti y que se debe avivar cada día.
El pastor Walber Barboza inició la reunión de domingo con el evangelio según San Lucas 14, 1.7-14.
"Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".
“Debido a que son orgullosos y enaltecidos — vanos — no entienden que Dios les da vida y aliento” (Job 12:9-10).
Incluso aquellos que pueden tratar de obedecer a Dios, que admiten que son débiles y necesitan la fuerza y orientación de Dios, pueden no entender completamente esto. Decir algo y comprenderlo totalmente son dos cosas diferentes.
Job se dio cuenta de esto después de un largo período de pruebas y aflicciones, cuando dijo, “De oídas te había oído [Dios]: pero ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” (42:5-6).
Su mente puede engañarle a pensar que está bien, que no necesita a Dios, o que está cerca de Él porque viene a la Iglesia, cuando lo contrario es de hecho la verdad.
¡Es fácil engañarse a uno mismo!
Existe una mente en usted que simplemente no quiere obedecer: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad [enemigos] contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (Rom. 8:7). Tome este versículo por lo que dice. ¡Su mente física es, literalmente enemiga de Dios!.
HUMÍLLESE El ayuno le ayudará a acercarse más a Dios. El Rey David dijo, “Afligí con ayuno mi alma” (Sal. 35:13) — y Dios dijo que David era “un varón conforme a su corazón” (I Sam. 13:14; Hechos 13:22). ¿Y usted? ¿Es usted “conforme al corazón de Dios”? A menos que usted esté dispuesto a humillarse, no podrá estar cerca de su Creador.
Sólo aquellos que se sitúan en último lugar, serán escogidos por Dios para ocupar los puestos más importantes, pues su actitud humilde ante Dios los convierte en instrumentos privilegiados de Su Amor