Todos los sábados, se realiza la reunión de los Casos Imposibles, para aquellos que están viviendo situaciones que, a los ojos humanos, son imposibles de resolver, pero que a través de la fe y con la ayuda de Dios, son resueltos y superados.
“Esta es la cruz que me tocó cargar”, “Quizá era mi destino”, “Tal vez, Dios así lo quiso…”, estas y otras frases más son las que impiden y limitan a las personas a vencer.
Si bien es cierto que la vida no es un mar de rosas, también es real que existen problemas con los que no es normal convivir.
El alcohólico no nació siendo vicioso, el enfermo puede sanar, el pobre volverse rico, los pleitos en la casa pueden terminar…
Entonces, si a todas estas situaciones es posible darles un revés, ¿por qué aceptar el pensamiento de que naciste para perder?
Pero todas las personas que han testificado un cambio de vida tienen tres cualidades en común que los hicieron sobresalir entre la multitud.
1. Creen: en las promesas de Dios, en lo que está Escrito.
2. Determinan: más allá de exterminarlo con palabras, es poner dentro de uno la certeza de que lo que esperas, sucederá. Demuestras con actitudes lo que tu boca no dice cuando se cierra. “Así se hará”, piensas y nadie te saca de eso.
3. Perseveran: retroceder nunca es una opción, la fe continúa hacia adelante, sin mirar atrás. No importa el tiempo que tarde, la promesa se cumplirá.
Con estas tres actitudes en marcha hasta lo imposible se vuelve posible. El cáncer, deuda impagable, matrimonio fracasado, vicios e, incluso, muerte deja de parecer una montaña imposible de escalar, ¿por qué? Porque se cuenta con un Aliado invencible apoyando y guiando nuestro paso en el trayecto de la vida.
Temer y dudar no es una opción, no hay ni habrá imposible de solucionar junto a Él.
Entonces, ¿cómo puedo tener estas cualidades? Es el Espíritu Santo quien te guía y enseña lo que tienes que hacer, pero te toca a ti escuchar Su voz y obedecerlo.
Tu destino no está marcado ni trazado por nadie, eres tú mismo quien lo va a forjar con tus actitudes. Si ya viviste en el sufrimiento mucho tiempo, ¿por qué no pruebas el otro lado de la moneda? Tal vez la vida que sueñas se encuentre ahí, esperándote. En la reunión de los Casos Imposibles, aprenderás cómo, por medio de la fe, puedes llegar a ella.
Estuve al borde de la muerte
Debido a una tuberculosis adquirí una bacteria. Los médicos tuvieron que sacarme 7 cm del pulmón y me colocaron una sonda. Después de 9 meses con ese drenaje, ellos alegaron que tendrían que hacer una nueva cirugía para sacarme tres costillas, pues los remedios no estaban combatiendo la bacteria, que ya se había esparcido.
Fui con mi mamá a la Iglesia Universal y recibí la oración de fe. Al hacerme nuevos exámenes fue constatado que la bacteria había desaparecido. Mi pulmón estaba limpio y la cirugía fue cancelada. Estoy curada. Amanda
Participe el primer sábado del 2019 del Ayuno, en la Av. de Las Américas 305, a las 7H, también 10H y 18H30.