Aunque algunas personas son mas liberales y espontaneas en su forma de vivir y relacionarse con los que le rodean, existen otras que con la misma intensidad se aíslan del mundo e incluso de aquellos que viven dentro de sus propios hogares.
La cuestión es que siendo de una forma o de otra las personas, en su mayoría padecen de un mal espiritual, así como una persona vacía puede buscar un poco de felicidad en fiestas o rodeado de amistades, puede también, simplemente, encerrarse en su habitación o dentro de sí mismo.
Uno de los mayores problemas espirituales en nuestros días es la depresión, de la que se dice no tiene una causa única. Sin embargo, las transformaciones típicas de la adolescencia, pueden dejar a los jóvenes más vulnerables al problema.
La psicóloga Diana Cuña destaca algunos de los desafíos durante la transición de la fase infantil para la adulta. En ese pasaje existen cuestiones como los cambios del cuerpo, de las hormonas, del comportamiento, de las elecciones. Los adolescentes están cuestionando el mundo y construyendo su propia identidad, entonces pueden surgir problemas como depresión y uso de drogas.
La depresión es la principal causa de enfermedades e incapacidad, entre jóvenes de 10 a 19 años según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ella también es un factor que puede llevar al suicidio, la tercera mayor causa de muerte en esa etapa, por detrás de los accidentes de transito y del virus del sida.
Debido a que la depresión en un mal que afecta a las personas desde la infancia, llevándolas a vivir en la edad adulta llenas de conflictos internos, que pasan a tolerar porque no encuentran como librarse de los mismos.
La Palabra de Dios relata en varios pasajes que existen los males espirituales, que enferman el espíritu de una persona, pero que a través de la fe y la acción del poder Dios, pueden ser vencidos, tornando a la persona en cuestión libre de todo aquello que la atormenta en su interior.
Depresiva, aislada y llena de problemas
Desde pequeña crecí con odio hacia mis padres porque se separaron.
Después empecé a sufrir con problemas de salud, mi mamá me llevaba al médico pero nunca detectaban el motivo de mi problema. Incluso me llevaron al hospital psiquiátrico, pero no hubo respuesta, siendo así tuve que soportar por años un fuerte dolor de cabeza constante, que no se me quitaba con nada, sentía como si mi cabeza se partiera en miles de pedazos.
Empezó la depresión, me aislaba, pasé a sentirme sola y vacía. En casa todo era escaso e incluso la comida faltaba.
Lloraba todo el tiempo, me encerraba en mi mundo y así mi vida dejó de tener sentido.
Recibimos una invitación a la Iglesia Universal, donde aprendí que los problemas, que cargué por años eran de índole espiritual, por eso la ciencia no pudo ayudarme.
Participando los viernes fui liberada de todos los males que sufría. Hoy a través de la fe, tengo: paz, alegría, mi familia fue restaurada, tenemos un negocio y gracias a Dios, todo fue transformado. Srta. Katiuska Pita
Es posible vencer aquellos problemas causados por un mal espiritual
En cualquier Iglesia Universal del país usted puede participar de la reunión de Liberación, en la que se combate aquellos males espirituales que están afectando su vida y la de su familia.
Llegue media hora antes de cada reunión, los pastores y obreros estarán a su disposición para escucharle y orientarle.
No espere más, traiga una prenda de su familiar para ser consagrado, este viernes a las 7H, 10H, 15H y 19H, en la Iglesia Universal, norte de Guayaquil en Av. De Las Américas 305, así podrán tener una vida libre de males.