Recientemente una joven de 19 años, Kathleen Layana, movida por los celos, asesinó y descuartizó a su amiga Verónica Silva de 21 años en el Guasmo sur de Guayaquil. Al parecer Kathleen ya tenía todo preparado: En su cuarto había ubicado una silla y dentro de un canasto había escondido un cuchillo. Objeto con el cual amedrentó a la mujer que acusaba de haberle arrebatado al hombre, con el que mantuvo dos años de relación.
Su macabra acción terminó con la muerte de su rival de amores. Desconcertada al no saber qué hacer con el cuerpo, intentó meterla en fundas para basura. Asustada al pensar que sus familiares podían sospechar, la escondió detrás de su cama y la cubrió con sus peluches y cajas.
Fue la noche más larga para Kathleen, no pegó un ojo, constantemente se levantaba para secar la sangre que manchaba el piso de la habitación.
Al día siguiente salió a comprar un machete, lo hizo afilar y la partió por la mitad. Para su cometido también utilizó un martillo, con el cual golpeó el machete y partió el hueso de la columna.
Ya cuando el cuerpo estaba dividido en dos partes fue metido en fundas. Para ocultar el resultado de su descabellada acción, además utilizó una caja de cartón y un saco de yute.
Finalmente, prestó un triciclo a un allegado y junto a un primo, menor de edad, subió las fundas y se encaminaron hasta un lugar desolado para dejar los paquetes.
Kathleen regresó a la casa de su abuela. Allí, sin confesar el macabro crimen que había cometido, se despidió de sus hermanos menores y de la señora.
Layana tomó un taxi hasta la Martha de Roldós y comenzó a caminar sin rumbo. Finalmente, luego de hablar con su padrastro, decidió entregarse y confesar a la Policía y Fiscalía el siniestro hecho. Fuente: extra.ec
Pero este caso es solamente la punta del iceberg en lo que va del año de acuerdo con estadísticas de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), en Ecuador se reportaron 467 muertes violentas, 18 casos menos que en 2017 cuando – en esa fecha – eran 485. Por otra parte, los accidentes de tránsito causaron la muerte de 3.641 personas según cifras oficiales en el 2017. Pablo Calle, director de la Agencia Nacional de tránsito, manifestó en su rendición de cuentas el año pasado, que seis personas fallecen en las vías del Ecuador cada día y es la sexta causa de muerte en el país.
La protección viene de Dios.
Ecuador, al igual que todo el mundo, sigue sufriendo el flagelo de la violencia, del miedo, de la incertidumbre y de la inseguridad.
Todos los días cientos de personas salen a la calle, porque creen en un futuro mejor para ellos y sus familias. Se esfuerzan para lograr sus sueños, sin embargo, están en riesgo de perder la vida en un minuto, dejar a sus familias destrozadas y sin ninguna explicación.
¿Cómo protegernos, cómo sentirnos seguros, si la realidad parece hacernos temerle a todo?
Era depresiva y tenía pensamientos suicidas
Tenía problemas espirituales, durante 8 años sufrí de constantes dolores de cabeza; iba a los médicos y ellos me decían que era, simplemente, una migraña y que tenía que vivir con eso, porque no había medicamento que me pueda curar.
A causa de eso me volví depresiva, triste, mal carácter, tenía pesadillas, escuchaba voces, veía bultos, en el poco tiempo que conseguía dormir sentía que alguien me ahorcaba y a veces amanecía desnuda y con moretones, sin entender el motivo.
Acudí a brujos, ellos decían que me habían hecho un daño por envidia, con esto aumentaron mis problemas espirituales, comencé a tener pensamientos de suicidio.
Mi mamá recibió una invitación para venir a la Iglesia Universal, al ver los problemas que yo estaba pasando me llevó con ella; perseverando y luchando los días viernes, fui liberada de todos los problemas espirituales que tenía. Sra. Patricia Santillán
La única forma de estar protegidos es acercándose a Dios. No espere más, acérquese este viernes a las 7H, 10H, 15H y 19H, en la Av. de Las Américas 305 o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar y junto a su familia reciba la protección divina, a través de la fe.