El arquitecto tiene la visión de toda la construcción; el ingeniero eléctrico sólo se enfoca en las necesidades eléctricas de aquel edificio; el médico tiene la visión de toda la cirugía; el anestesista se enfoca en hacer que el paciente no sienta dolor; al director de cine le viene a su mente la película completa. El doble de riesgo se enfoca sólo en la escena en la que él saltará del puente y caerá sobre el tren en movimiento.
Todos nosotros necesitamos visión y enfoque. Una no es nada sin el otro.
Si usted no tiene visión general a adonde quiere llegar, de lo que está intentando realizar, sus esfuerzos son dispersos y sin propósito.
Si usted tiene visión pero no tiene enfoque, nunca conseguirá alcanzar.
La visión es la habilidad de ver el todo, el producto final, cómo serán las cosas después de que esté hecho.
El enfoque es la habilidad de concentrar sus energías, en lo que tiene que hacer ahora y a cada momento, para llegar al producto final.
Para tener visión , piense en el resultado final que usted quiere. Para tener enfoque, piense en la actividad más provechosa que puede ocuparse ahora, que lo acercará al resultado final.
Sea en su empresa, estudios, finanzas o cualquier otra área de su vida, su éxito dependerá de una visión clara y de un foco bien fijo.